El monumento a Armstrong, por los suelos

May 2024 · 8 minute read

Hace poco más de un año, Lance Armstrong puso sin querer a la localidad palentina de Antigüedad en el mapa. No en el de España, en el que siempre ha estado, sino en el del mundo. Con apenas 450 habitantes -la mitad en invierno-, Antigüedad sonó en todo el planeta, y en especial en Estados Unidos, gracias al destino, a un incidente que protagonizó el ciclista más mediático que ha dado este deporte y el único que ha conseguido ganar siete veces el Tour de Francia.

Fue una fatídica casualidad la que sucedió aquel día, el 23 de marzo de 2009, la fecha de la primera etapa de la Vuelta a Castilla y León del año pasado. Armstrong, que había decidido volver a correr tras tres años alejado del pelotón, se presentaba en España después de una primera incursión en el Tour Down Under, en Australia, del Tour de California y de la Milán-San Remo. Decenas de periodistas venidos de todo el mundo habían presenciado su salida de Paredes de Nava.

Antigüedad se hizo famosa en todo el planeta gracias al incidente que sufrió el ciclista más mediático que ha dado este deporte

Más que la Vuelta a Castilla y León, parecía el mismísimo Tour de Francia porque hasta la CNN había desplazado a un equipo de enviados especiales y a alguna de sus estrellas. El interés era máximo, no sólo por su regreso a las competiciones, sino porque por primera vez iba a compartir galones con Alberto Contador, su sucesor. La tensión -y la rivalidad- era máxima entre ellos, tanto es así que en la salida ni tan siquiera se dirigieron la palabra ni se miraron a la cara.

Durante la etapa, como era de esperar, cada uno fue a lo suyo. Hasta que en el tramo final de la carrera el pelotón aceleró la marcha para dar alcance a Mancebo y López Gil y, debido a la tensión, el viento y el mal estado de la carretera, bacheada y estrecha, una caída cortó el pelotón. Varios corredores se vieron envueltos. Todos se levantaron, menos uno: Lance Armstrong.

El americano, que siempre había tenido la suerte de su lado, al menos siempre que estuvo en la cima de este deporte, cuando ganó los siete Tours, se sujetó de inmediato su hombro derecho con la mano izquierda. Todos comprendieron en un instante que se había fracturado la clavícula. "Fractura del tercio medio de la clavícula derecha", anunció después el parte médico. Armstrong, que fue llevado al hospital en ambulancia, no pudo finalizar la etapa. "Que se recupere lo antes posible", dijo Contador cuando se enteró de la noticia en la meta. "Hemos perdido una buena oportunidad de trabajar juntos", añadió. Hasta el Tour no volvieron a encontrarse, y ya se sabe con qué resultado.

El Dr. Douglas Elenz, que operó a Lance en EE.UU., necesitó una placa de 12 centímetros de longitud y 12 clavos para devolver al hueso su estado natural

Armstrong no sólo se había roto la clavícula derecha, sino que la tenía destrozada en cuarto partes, como se pudo apreciar en las radiografías que le hicieron, dos días después, cuando cedió el hinchazón, en Estados Unidos. Por eso, sin tiempo que perder, el Dr. Douglas Elenz le operó en Austin. Una placa de 12 centímetros de longitud y 12 clavos necesitó para devolver al hueso su estado natural. Dos días después de la intervención, Lance se subía a una bici estática, cinco después al rodillo... Cuarenta más tarde tomaba la salida en el Giro de Italia.

Para entonces, la Asociación Juvenil el Torreón de Antigüedad, que preside actualmente Omayra Román, quien debe su nombre a la niña colombiana que falleció a consecuencia de la erupción del volcán Nevado del Ruiz, ya había erigido un monumento en el lugar donde se cayó el americano. Fue una cosa sencilla, pero con sentimiento. "La clavícula de Armstrong", pusieron por título a la obra, una bicicleta vieja sobre un bloque de cemento en el kilómetro 6,5 de la carretera PP-1411 que lleva de Antigüedad a Cevico Navero.

Un año después, sin embargo, el monumento está destruido. "Algunos gamberros, aprovechando la noche, lo tiraron a primeros de año, después de las fiestas", explica José Antonio Barcenilla, teniente de alcalde de Antigüedad. "Nuestra intención es levantarlo de nuevo, pero en los próximos meses van a arreglar la carretera y tenemos que esperar a que finalicen las obras, porque no sabemos la anchura que tendrá la nueva vía". Luis Cantero, Macario Barcenilla y José Luis Román, de la Cámara Agraria, escuchan la conversación y añaden: "Será más bonito y estará más protegido y más alto", para que los gamberros no tengan tan fácil repetir la fechoría.

En Antigüedad, una localidad famosa por sus pilotos militares, por algo un viejo Phantom del Ejército español preside la entrada al pueblo, se sienten un poco en deuda con Armstrong: "Nos puso en el mapa", reconocen en la corporación municipal. "Han venido incluso periodistas de Estados Unidos para ver el monumento". Ahora mismo, sin embargo, no merece la pena desplazarse, aunque quizá, en un próximo futuro, sí.

"Siempre le estaremos agradecidos", dice López Cerrón, el organizador. "Había páginas de internet en japonés y en chino en las que sólo se entendían los nombres de Armstrong y Castilla y León".

Cuando el monumento esté de nuevo levantado, no sería de extrañar que la Vuelta a Castilla y León hiciera un alto en el camino por allí, porque también a esta carrera Armstrong dio popularidad y prestigio. "Había páginas de internet en japonés y en chino en las que sólo se entendían los nombres de Armstrong y Castilla y León", explica José Luis López Cerrón, máximo responsable de la Vuelta. "Su presencia fue el espaldarazo internacional que necesitábamos después de unos años negros, cuando la carrera se disputaba en agosto".

Este año, por desgracia, Lance no ha formado parte del pelotón de la Vuelta a Castilla y León, pero "siempre le estaremos agradecidos", añade López Cerrón sobre el americano, quien algún día, cuando finalicen las obras, quizá decida visitar 'su' monumento.

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